la paz abrió sus cortinas
una luz iluminó todos los rincones
la cueva dejó de serlo para ser aire
viento que mueve voluntades
sombrios pensamientos escapan
al olor del incienso
no hay lágrimas
ni desiertos en su presencia
las intenciones se tornan humanas
la paz corrió ante tanta oscuridad
ocupó un primer plano
movió montañas de empeños oscuros
disipó las sombras del camino
abriendo sus brazos
siendo el marcapasos del corazón
nos regala su calor
haciendo de un día cualquiera
el paraíso prometido
la paz no tiene apellidos
abraza sin remilgos a cualquiera
enseña que no existen las esquinas
ni los rincones oscuros
ilumina las mentes de tanto incauto
de tanta presa fácil
de tanto desasosiego
dando su alliento en la noche
nos ofrece el día...
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