gencyceron

aqui y ahora

No sé porque no me dejo seducir
Por la dirección que marca el dedo
Me aburren los sermones que obligan
Esos categóricos ejemplarizantes únicos
No conozco personalmente a la madre del cordero
Tal vez porque yo sea uno más de sus hijos
Lo llaman conciencia de clase
Es algo que llevo marcado en mi piel
Y no quiero olvidarme de aquello que soy
Me pierden los atardeceres rojos y azules
La incontinencia de esos pájaros que me sobrevuelan
La soberbia sinfonía de las gotas de lluvia
Mis pérdidas de tiempo mis vacíos no buscados
Tus caricias sentidas mis espacios comunes
Gracias por darme las salidas a tanto entuerto
Las piedras del camino que refrescan mi búsqueda
Los eternos amaneceres nuevos
Las segundas oportunidades
Una fe hecha con el aplomo de la experiencia
Y al amparo de tu compañía
Gracias a todo lo que adorna mi vida

Visitas: 18

Comentar

¡Necesitas ser un miembro de gencyceron para añadir comentarios!

Participar en gencyceron

© 2025   Creado por Fulgencio Cerón Cervantes.   Tecnología de

Reportar un problema  |  Términos de servicio