el sol nos negaba su presencia
un cielo gris empujaba a un día casero
la lectura la música la cocina
y nuestro empeño por disfrutarlo
quemamos incienso con olor a sandalo
pusimos canciones celtas
bailamos dentro de nuestras cuatro paredes
dejando pasar entre abrazos los segundos
siendo el perfume el humo del disfrute
la mañana a media luz escribia
la letra era sinfonía cantico flauta arpa y magía
esencia de bellos recuerdos de otras vidas
el antaño al que accedemos en sueños
el soplo que se desliza al erizar nuestra piel
esa unión con la piedra que cae de la cima de una montaña
y la eterna alegría por el sol...
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