Un resentimiento profundo corroe mi razón
Una nada escondida realidad oculta mi luz
Cerrando el paso a un corazón que languidece
En medio de un marasmo desolador
Siento como algo ajeno mueve los hilos
Como el día a día se hace súbdito de la desgana
Y la vitalidad se pierde sin remedio
Tendré que reabrir mi cuarto oscuro
Impedir que nada perturbe mi paz
Crear mi efigie impertérrita vestida de silencio
Donde reescribir lo que vale la pena
Abrazar el brillo que el espejo oculta
Todo lo por venir que acecha tras las ventanas
Saludar nuevamente al viento
Fulgencio Cerón Cervantes 10-X-14
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