No sé muy bien a que tiempo pertenezco
Me bajé del tren en marcha hace ya tanto
Recuerdo caras a veces vuestros nombres también
Ya no puedo precisar si me alejo o me acerco
Solo busco paz en mis desesperados pasos
Algún sonido parecido al murmullo de un río
A los silencios de las gaviotas de mi puerto
Tal vez los días sean hojas en blanco
Dispuestas a recibir todos nuestros alientos
A dejarse emborronar con los errores
Presas de unos sueños que buscan ser libres
Caer cerca de algún abrazo sincero
De un susurro al oído casi imperceptible
Hacer de un sentimiento la emoción que nos falta
La caricia de un viento amigo y dulce
Que nos traiga los rasgueos de una guitarra
La música que no tiene nombre
Esa fortuna risueña de un corazón dolido
Fulgencio Cerón Cervantes 27-5-2016
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