En mitad del viaje creí oir cristales que detenían
sonidos alucinados con voz de trompeta
envueltos en arruyos apasionados casi efímeros
incendio en mis venas con color a despertar
sombras sin recuerdos solo ritmos sin rumbo
recuerdos hechos ecos de ayer
casi opacos casi purpura
olores a limoneros entre señales a noche iluminada
papeles blancos revueltos entre letras
la intrascendencia hecha añicos
huerta que arrastra esencias
nombres sin resonancia alguna
voces que responden de forma autómata
solo entre la lejana multidud perdida
a un paso del otro lado del muro
casi araño la sonrisa sincera de la espera...
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