vals

[Fulgencio Cerón Cervantes]

las olas llenaban de ruido todo el vacio
dejando que los pensamientos divagaran solos
nubes de distintos colores surcaban el cielo
solo el viento movía tu pelo a su capricho
la música del lugar era todo tu asidero
la sabiduría se hacía tan vieja como el olvido
la transgresión consistía en seguir vivo
el eterno dilema se reescribía con toda nueva generación
el vuelo de la hoja del arbol que el aire pasea a su antojo
repetía canticos de allende las montañas más altas
todo el firmamento asociaba su existencia
esta mañana tu despertar al nuevo domingo
regalo que la luz del sol te dá
con la parsimoniosa atención merecida
desplazo las mantas de mi cama
saco mi humanidad en señal de saludo
abro la ventana del nuevo día...
y dejo que este vals toque sus notas